UN MAL EJEMPLO

Publicado  18 oct 2008

Cuantas tropelías en nombre de Dios...
Esos hombres salvajes, animalizados llenos de rencor, de odio, de ira y de venganza que llenaron las cunetas de las carreteras y caminos de victimas inocentes. Su único delito era ser socialistas o pensar diferente a sus verdugos. Cuantos hijos sin padres, cuantos nietos sin abuelos, cuantos niños sin familia por tener una opción política diferente.
Esos, estos y aquellos seguro que si hubiere Dios no entrarían en el reino de los cielos...
Al final han sido unos salvajes asesinos.
Nuestros muertos familiares, amigos o vecinos merecen un respeto eterno, un recuerdo por vida, y muchos minutos de silencio que los "indignos asesinos" les negaron durante 40 años de dictadura y 30 años de democracia.